La importancia de entrenar aeróbico y anaeróbico
Rinde más y lesiónate menos mejorando tu resistencia aeróbica y anaeróbica.
Como combatiente, el entrenamiento de resistencia no es una cuestión de quién correr más, sino de supervivencia. Un combatiente que no puede mantenerse en la lucha por fatiga o lesión es una baja o un lastre.
En las últimas newsletters te hablaba de las diferentes formas de entrenar la resistencia aeróbica y anaeróbica. Hoy te traigo como ambas capacidades son tus aliadas para combatir mejor y prevenir lesiones.
La Resistencia Aeróbica: Base de la Recuperación y la Prevención
Entrenar la resistencia aeróbica es mucho más que correr largas distancias. Es la capacidad que te permite mantener un esfuerzo sostenido, acelerar la recuperación y reducir la fatiga tras esfuerzos de alta intensidad.
Una mejor capacidad aeróbica significa que tu cuerpo gestiona mejor el lactato producido por la actividad intensa, regenera la fosfocreatina más rápido y recupera antes el equilibrio fisiológico. Un militar con una buena base aeróbica puede moverse más tiempo sin agotarse, reponerse más rápido entre esfuerzos y reducir el riesgo de lesión.
En momentos de gran esfuerzo, suplementar es la única opción para evitar un déficit energético y nutricional.
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Resistencia Anaeróbica: Potencia para el Combate
Si la resistencia aeróbica es la base, la anaeróbica es la que te hace despuntar en momentos críticos. La resistencia anaeróbica es la capacidad que te permite realizar y mantener acciones explosivas como correr a máxima velocidad, saltar obstáculos o cargar equipo pesado.
El entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) ha demostrado ser una de las mejores formas de mejorar tu capacidad aneróbica, haciéndote más ágil y aumentando tu tolerancia a la fatiga.
Una evolución del HIIT es el entrenamiento funcional de alta intensidad (HIFT), que combina el trabajo anaeróbico de resistencia con ejercicios de fuerza, lo que añade a sus beneficios el desarrollo de resistencia muscular.
Conclusiones:
La resistencia aeróbica te permite mantener un esfuerzo prolongado y recuperarte antes que el enemigo.
La resistencia anaeróbica te da la explosividad para responder en momentos clave.
Ambas son esenciales y deben entrenarse de forma equilibrada.
Si en tu entrenamiento falta alguna de ellas, estarás dejando una brecha abierta en tu rendimiento y dejando eslabones débiles para la aparición de lesiones.
Si no has leído los artículos anteriores, aquí los tienes:
Entrenamiento de resistencia aeróbica
Entrenamiento de resistencia anaeróbica.
Si quieres profundizar sobre el entrenamientos de la resistencia, sus beneficios y aplicaciones, recuerda que tienes este artículo en el blog.